Aumento del suicidio juvenil exige más compromiso estatal
Según Medicina Legal, en Colombia, 2.835 personas tomaron la fatal decisión en el 2022.
Por Cecilia De Alba Narváez, Comisaria de Familia
Noticias que causan escozor están relacionadas con el alto número de jóvenes que toman la fatal decisión de acabar con su vida; uno se pregunta ¿por qué estando en la flor de la vida misma, quizás la etapa más linda del ciclo vital, la angustia y el dolor les devore la alegría de vivir?
Los datos del Instituto de Medicina Legal, nos indica que en Colombia en el año 2022 se suicidaron 2.835 personas, y 904 solo tenían entre 10 y 24 años y para el año, 2023 se quitaron la vida - 3.145, y de estas 909 solo tenían entre 10 y 24 años. Para enero de este año, de 260 suicidios, 67 pertenecían a este grupo de niños.
Lo más increíble es que del 2022 al 2023, cinco menores entre 5 y 9 años se quitaron la vida.
Esto que pasa en nuestro país, es una muestra de la angustia existencial que, a nivel mundial, padece la humanidad; especialmente después de la pandemia.
“El suicidio es un trágico problema de salud pública en todo el mundo. Se producen más muertes por suicidio que por la suma de homicidios y guerras. Es necesario adoptar con urgencia en todo el mundo medidas coordinadas y más enérgicas para evitar ese número innecesario de víctimas”: Dra. Catherine Le Galès-Camus, Subdirectora General de la OMS para Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental.
Nuestro país, históricamente ha padecido guerras internas, con un gran número de personas desplazadas y víctimas, con una alta tasa de criminalidad organizada, más los continuos desastres naturales, el alto consumo de alucinógenos, niños víctimas de abusos sexuales y maltrato infantil; circunstancias que elevan el potencial de pacientes mentales.
Pero los gobiernos de turno han dejado esta problemática solo en manos de las EPS, las que en sus planes de atención brindan muy bajos servicios, las citas de psicología son escazas, no hay terapias que involucren a la familia, especialmente en los casos de niños o jóvenes, los especialistas en psiquiatría son muy escasos, hay muchas regiones sin centros de rehabilitación mental. Además, no hay mucho control en la entrega de medicamentos, que terminan en el mercado negro.
Gobernadores y alcaldes, en sus programas prioricen la prevención integral de la conducta suicida y su canalización oportuna y eficaz en los servicios de salud, que incluye desde el tratamiento adecuado de las personas con trastornos mentales y de adicciones, las líneas de ayuda y orientación telefónica, las intervenciones psicosociales en centros de prevención del suicidio, la prevención escolar y trabajar con las familias preparación efectiva para los padres de familia y docentes en la detección temprana de las conductas suicidas y para que eduquen con amor.
Se requieren desarrollar una gran campaña de sensibilización masiva sobre el tema; para lograr la disminución del suicidio.
Los medios de comunicación tienen el compromiso de publicar las noticias de suicidios sin sensacionalismo, solo presentar datos relevantes en las páginas interiores, no publicar fotografías o notas suicidas, ni informar detalles específicos del método utilizado. Para la OMS algunas formas de cobertura periodística y televisiva pueden ejercer un impacto en el aumento de las tasas de suicidio, especialmente entre los niños y adolescentes.
¡Cortemos las reacciones en cadena de las conductas suicidas!